lunes, 29 de octubre de 2018

EL MICTLAN


Para los antiguos mexicanos, la muerte era el comienzo de un viaje hacia un lugar llamado Mictlán, es decir, el reino de los muertos o inframundo.
El viaje al Mictlán duraba cuatro días, tras los cuales los viajeros llegaban ante Mictlantecuhtli, el Señor de los muertos.
Posteriormente, las almas de los difuntos eran enviadas a una de las nueve regiones donde permanecían un periodo de prueba que duraba cuatro años, antes de llegar a la morada de su eterno descanso, conocida como “obsidiana de los muertos”.
El destino del alma del muerto estaba determinado de acuerdo al tipo de muerte. Por ejemplo, los que morían ahogados iban al Tlalocan o paraíso de Tláloc; los que morían en combate o en sacrificio y las mujeres muertas en parto, iban al Omeyocan o paraíso del Sol. 
El Mictlán estaba destinado para todas las personas que morían de muerte natural.
Según los mexicas había varios universos y dependiendo de la forma en la que morías era a la cual accedías, pero hablaré del llamado Mictlán, que en náhuatl significa Lugar de los muertos, ya que “Micqui” significa Muerto y “Titlan” Lugar; ellos referían que existían nueve mundos, que le llamaban más bien pisos, o sea que eran nueve pisos, pero en vez de subir, bajaban. Y al parecer el Mictlán era una especie de matriz o de cueva en donde se recibían a los muertos, pues como la tierra era considerada la matriz, es por ello que era donde se depositaban los granos para la siembra del maíz, para que así nacieran los difuntos que están en espera de regresar a la vida.
En el Mictlán vive la pareja Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario