lunes, 29 de octubre de 2018

EXPLICACIÓN DE LOS INFIERNOS DEL MICTLAN


La última región enceguecía a los muertos con niebla grisácea, de los cuales muchos se perdían, y tan solo se escuchaban sus lamentos mientras se ahogaban entre nueve ríos, los nueve afluentes del río Apanohuacalhuia, los Chiconahuapán, los nueve ríos de los nueve estados de la conciencia, en el 1) nivel, el muerto estaría luchando constantemente por sobrevivir, reflexionar su existencia en vida y observar cuánto debe batallar para sobrevivir y ver también cómo los muertos están tratando de sobrevivir, ya que cuando eres capaz de ver el esfuerzo de otros se valora y tu condición mejora, y pasa al 2) nivel, del cual tenía que ver su condicionamiento, es como si actuara mecánicamente sin mente, sin aplicar el pensamiento en lo que hace, a esto se le llama actuar sin mente. 
De ahí pasaba al 3) nivel, el deseo de importancia, donde se vienen los recuerdos de los deseos mundanos en vida como el poder, el dominar al otro y si el otro trata de dominarte, tu automáticamente tratas de dominarle, el muerto tenía que darse cuenta que si no hubiera estado cegado con el poder, su vida hubiese sido más prospera internamente, y se pierden las ansias de él ser importante, luego pasa al 4) nivel, que es claridad, es cuando el difunto se da cuenta que siempre alguien estuvo ahí por él y no lo tomó en cuenta, su mente se despejada y se da cuenta que era muy claro lo que deseaba lograr en la vida, cuál era su visión y su meta, hacia donde se dirigía en vida, mientras tus relaciones con los demás están en orden, siendo un estado mental muy interno, una vez claro esto, pudiese haber comenzado a lograr más cosas en vida y sentirse realizado en vida, este era el desafío del 5) nivel de conciencia. En los primeros niveles se pueden ver el orden interno y los segundos niveles se verían el orden externo, una vez que lo lograba, ya estaría a medio camino de conseguir el descanso anhelado. De ahí se llegaba al 6) nivel, que era sostenerse entre otros, ayudarse mutuamente, ya que una vez una persona se vuelve exitosa, se da cuenta que otros puede ir por la misma meta, y ayudar o pedir ayuda no impide tu cometido sino te fortalece, cuando comienza a ayudar a otros, se pasa al 7) nivel de conciencia que es fluir con la vida. Si no tuvo problemas en la vida, no hubo quejas, y toma todo como viene y no ha resistencia en la siguiente vida, una vez que se despierta a este estado pasa al 8) nivel, y el difunto tendría un estado de plenitud, de conexión, se sentirá conectado finalmente con todo lo sucedido en vida, con todo en la tierra, y con todo lo que le rodeó, de ahí pasaba al 9) nivel, la unidad, donde no había división dentro o fuera, no había existencia separada y el difunto era uno con todo, donde finalmente dejaba de padecer. Tras una larga trayectoria de 4 años a través de las regiones infernales, los muertos acababan y fenecían, liberando su alma, el tonalli, logrando así el anhelado descanso ante la presencia del señor y señora de la muerte Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, regidores del inframundo que les decían, Ha terminado tus penas, vete, pues, a dormir tu sueño mortal. A través de los nueve infiernos del Mictlán, deambulaban una gran multitud de personificaciones entre las regiones del inframundo. De entre ellas estaba Miquiztetl (la muerte), Miccapetlacalli (la tumba), Nextepehua (las cenizas), México (el miedo), Xoaltentli (el sueño), Necocyaotl (la discordia), Téotlale (el desierto)


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